Maricruz Evanan Carrasco es una joven artesana llena de talento y dedicación, fundadora del taller Inkill de Sarhua, cuyo nombre significa “flor de Sarhua” en quechua. Ella confecciona faldas y blusas tradicionales que resaltan por su belleza y autenticidad, representando el vibrante espíritu de su tierra. Maricruz inició su carrera vendiendo sus prendas de manera ambulatoria y, con esfuerzo y perseverancia, logró establecer su propio taller, un sueño que hizo realidad junto a su madre, quien también es artesana y su mentora en cada puntada.

A pesar de su juventud, el talento de Maricruz ha sido reconocido por instituciones como CITE Ayacucho, que la han distinguido por su habilidad en la textilería y su compromiso con el arte tradicional. En su taller, Maricruz perfecciona cada día las técnicas que su madre le enseñó, aportando su propia sensibilidad y estilo a cada pieza. Para ella, Inkill de Sarhua es mucho más que un negocio; es un legado que honra sus raíces y una forma de mantener viva la herencia textil de su comunidad.